martes, 24 de noviembre de 2015

PEDRO OLALLA RECIBE EL PREMIO "EURÍPIDES"



En la Jornada celebrada en Atenas el pasado lunes 23 de noviembre, con ocasión del Día Mundial de la Filosofía, el Forum Filosófico Internacional "Anadrasis" ha reconocido con sus premios Pausanias, Eurípides, Diotima, Parménides y Heráclito la labor de cinco intelectuales en distintos campos del conocimiento y la creación. Luca Lo Sicco, Pedro Olalla, Helen Lieros, Andrew Irvine y Raúl Pérez Enríquez recibieron las respectivas distinciones en el acto de clausura de una interesante jornada científica con el lema "Música, matemática, astronomía, filosofía", organizada en Aegean College of Athens bajo los auspicios de la Universidad de Atenas.




domingo, 15 de noviembre de 2015

«TRAS LAS HUELLAS DE HERÓDOTO» DE ANTONIO PENADÉS

Tras las huellas de Heródoto - Antonio Penadés
Editorial Almuzara, (Córdoba, 2015)
Colección Sotavento
384 páginas - 25,00 €

Uno de mis pequeños rituales de lector consiste en hacer coincidir el comienzo de la lectura de un libro con el día en que entra una nueva estación. Tras las huellas de Heródoto fue la obra que elegí para dar la bienvenida al otoño sin saber que esa era también la estación que su autor, Antonio Penadés, escogió para realizar el viaje que motivó la escritura de su libro. Penadés, historiador, periodista y abogado, es también un apasionado filoheleno que ya nos regaló hace unos años la magnífica novela El hombre de Esparta (Edhasa, 2005) y, más recientemente, los ensayos Cinco miradas sobre la novela histórica (Evohé, 2009) y El declive de Atenas (National Geographic, 2013), obra esta última que, por cierto, me solicitaron algunos amigos griegos y que, naturalmente, les hice llegar con sumo placer. 

En Tras las huellas de Heródoto Antonio Penadés nos relata su periplo por las regiones turcas bañadas por el mar Egeo, las mismas tierras que en su día, hace varios miles de años, fueron colonizadas por los griegos y en las que la presencia de una población mayoritariamente helénica se prolongó hasta hace poco más de noventa años cuando, tras la Guerra greco-turca (1919-1922), y mediante el Tratado de Lausana (1923), ambos países acordaron un intercambio de población que obligó a más de un millón de griegos que habían vivido durante generaciones en Asia Menor a abandonar para siempre aquellas tierras y trasladarse a Grecia.

Penadés, antes de dar comienzo al relato de su viaje, nos habla en la introducción del libro de su descubrimiento de Heródoto de Halicarnaso y de la fascinación que sintió, a medida que fue profundizando en la lectura de su obra, por aquel hombre de origen griego, súbdito de una satrapía persa, considerado el padre de la historiografía.

Como parece lógico, el punto de partida elegido por el autor de Tras las huellas de Heródoto para su viaje es Halicarnaso o, mejor dicho, Bodrum, la actual ciudad turca asentada sobre la polis que vio nacer a Heródoto. Allí comienza la narración de una travesía que, ordenada en nueve capítulos dedicados a las antiguas regiones helénicas del oeste de la península de Anatolia, terminará (con un sorprendente encuentro incluido) en Estambul.

Con la Historia de Heródoto en la mano, el pensamiento siempre dirigido al mundo antiguo, la mirada en la Turquía contemporánea y su Renault Clío siguiendo, en la medida de lo posible, la ruta por la que transcurrió el paso del ejército del rey Jerjes I de Persia para invadir Grecia, Antonio Penadés nos presenta el ayer y el hoy de las tierras de Caria, Jonia -todavía hoy, árabes y turcos se refieren a Grecia como Ionán y Yunaninstán, respectivamente-, Frigia, Lidia, Eolia, la Tróade, Quersoneso y Bizancio.

En esta su nueva obra Antonio Penadés entrelaza de forma magistral en su texto la historia, mitología, religión, filosofía, arte y arqueología de cada uno de los lugares que visita. Así, si bien toma como hilo conductor de su relato la Historia de Heródoto, no duda en referir al lector otros hechos históricos anteriores y posteriores a las guerras Médicas. Quedan, pues, reflejados en el libro acontecimientos que van desde la colonización griega de las costas de Asia Menor hasta la conocida como Catástrofe de Esmirna, pasando, por ejemplo, por las guerras del Peloponeso y de Troya o por la gran campaña que llevó a Alejandro Magno a extender su imperio hasta las orillas del Indo. Dioses, héroes, filósofos, tiranos, reyes, eunucos, guerreros, médicos, historiadores, arqueólogos, arquitectos y poetas, entre otros, desfilan por las páginas de este libro que todo filoheleno debería leer y, sobre todo, disfrutar. Deliciosas resultan, por ejemplo, las descripciones del avance hacia Grecia del ejército multicolor y multirracial de Jerjes, una concentración humana de más de doscientas mil personas; o de los sitios arqueológicos en los que Penadés guía y muestra con detalle al lector tanto lo que puede verse como lo que (ya) no se ve. ¿Se han preguntado por qué todos los templos griegos, desde el más antiguo hasta el más reciente, están rodeados de columnas? Pues la respuesta la encontrarán en este libro plagado de joyas históricas que es Tras las huellas de Heródoto.

Pero lo mejor de esta crónica de viajes, de este excelente ensayo histórico, no es, creo yo, la gran cantidad de conocimientos y datos que el historiador Antonio Penadés ofrece al lector; lo mejor de la obra es, en mi humilde opinión, la manera apasionada y humana en la que el viajero, el hombre Antonio Penadés  presenta sus conocimientos y narra la experiencia vivida. Porque Tras las huellas de Heródoto es una obra escrita por un historiador, pero también por un hombre que comparte con sus lectores reflexiones personales, hermosas puestas de sol sobre el Egeo, miradas nostálgicas a las cercanas islas griegas, el placer de tomarse una cerveza a la caída de la tarde, lo poco agradable que le resulta el etno-pop turco al escuchar la radio, o los momentos de angustia que tuvo que superar para llegar a lo más alto de la Acrópolis de Sardes.

Como buena crónica de viajes, Tras las huellas de Heródoto también es un retrato de la Turquía actual, país que sorprendió gratamente al autor por la simpatía y amabilidad de sus gentes (“los turcos superan a los griegos en facilidad para entablar una conversación”, afirma en la página 74), a pesar de la indolencia de algún que otro guarda en los sitios arqueológicos o de las restricciones del ejército turco para acceder a ciertos lugares.

Tras las huellas de Heródoto es un libro escrito con pasión, esa misma que el autor, también profesor de escritura creativa, considera imprescindible para emprender como escritor cualquier tipo de aventura literaria. Pasión y entusiasmo que Antonio Penadés contagia al lector desde la primera página de esta obra que, en estos tiempos en que la cultura clásica anda tan maltratada, no estaría mal que los profesores de clásicas recomendaran a sus alumnos. Yo recomiendo vivamente su lectura a los amigos y seguidores de La Pasión Griega. Si algún día me decido a visitar el legado helénico que se conserva en territorio turco, la llevaré conmigo para caminar yo también tras las huellas de Heródoto… y tras las de Antonio Penadés. 



Página web del autor: 


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Tras las huellas de Heródoto
Presentación en Murcia
20/11/2015 - 19:30 horas
Librería Diego Marín - C/ Merced, 25




sábado, 7 de noviembre de 2015

NEKTARÍA KARANTZÍ. HIMNOS BIZANTINOS EN ASTURIAS


Los amigos asturianos tendrán próximamente la posibilidad de escuchar en directo a una de las mejores intérpretes griegas de música bizantina: Nektaría Karantzí. La artista ha sido invitada por el Departamento de Musicología de la Universidad de Oviedo para dar una clase magistral sobre el oktoíjos bizantino. Será el 12 de noviembre, a las 18:30 horas, en el Campus de El Milán.

Al día siguiente, 13 de noviembre, a las 20:30 horas, Nektaría Karantzí interpretará himnos bizantinos en la iglesia de San Isidoro el Real de la capital asturiana, dentro del Ciclo de Música Sacra Maestro de la Roza

He aquí unas notas biográficas de la cantante junto con el programa musical que interpretará en Oviedo:

La voz de Nektaría Karantzí está reconocida como una de las más importantes del canto bizantino. Es la única cantante griega del género con discografía desde los catorce años de edad, aunque ya había comenzado sus contactos con esta música a los nueve, en el coro de la iglesia.

En sus primeras grabaciones Nektaría acompañó a un santo contemporáneo, San Porphyrios el Kapsokalyvite, y gracias a su apoyo inició sus estudios de música bizantina graduándose en la Escuela de Música Bizantina de la Santa Metrópolis de El Pireo con profesores de la talla de Dimitris Verykios. Nektaría ha sido invitada por la Academia Franz Liszt de Música en Hungría y por la Universidad de la Sorbona en Francia, donde impartió una clase magistral de música bizantina. Ha ofrecido conciertos de música bizantina y folclórica en Grecia, Francia, Hungría, Serbia, Turquía, Estonia, Suiza, Letonia, Luxemburgo, España, Italia...

Es fundadora y presidenta honoraria de la Asociación Panhelénica de Mujeres de Música Sacra Bizantina y ha sido reconocida por los cantores de este género a través de la Sociedad Musicológica Helena y la revista musical To Psaltiri. Es directora artística de la Escuela de Música Tradicional Jronis Aidonidis y es relaciones públicas y responsable de Prensa y Comunicación de la Orquesta Sinfónica Metropolitana de Atenas.

Nektaría ha estudiado Derecho, con postgraduados en Derecho Penal y Eclesiástico y es Doctora en Derecho. Ha trabajado como editora en Law Publishers P. Sakoulas, en la revista Crónicas de Derecho Penal y como asociada del Departamento de Derecho Penal en la Universidad de Atenas.
  
1. Salmo 33 de David - Terirem (1er tono plagal). Manolis Chatzimarkos
2. Himno Trisagion (1er tono plagal). Kyriakos Ioannides
3. Panayia Déspina (tono grave diatónico).Hmk. D. Daniilides de Katounakia (Monte Athos)
4. Entraré en tu casa (del Salmo 5 de David,4º tono plagal)
5. Salmo 65 de David - Terirem (2º tono plagal).Monjes de Simonopetra (Monte Athos)
6. Polyeleos "Alabad al Señor todos los fieles" (1er tono plagal). Peter Lambadarios o Peloponisios
7. Señor de las santas Virtudes (2º tono plagal)
8. Alabad al Señor (3er tono)
9. Primer gran Prokeimenon de Cuaresma:"No vuelvas el rostro de tu siervo"(4º tono plagal)
10. Oh, Virgen Pura. Himno a la Madre de Dios (1er tono plagal). San Nectarios de Aegina.

Nektaría Karantzí - El lamento de la Virgen

Enlaces:


viernes, 6 de noviembre de 2015

«TU PROPIA HISTORIA», ARTE Y MEMORIA HISTÓRICA EN TESALÓNICA


La exposición  "Tu propia historia" (Historias personales de la Segunda Guerra Mundial) estuvo compuesta por una serie de eventos culturales que se desarrollaron entre el 9 y el 13 de noviembre en el espacio cultural “Bensousan Han” en Tesalónica.

Ocho artistas rememoraron los acontecimientos que vivieron a través de las historias que les contaron sus abuelos y que han llevado en su interior durante toda su vida. Son diferentes los motivos que han impulsado este proyecto, aunque el más importante es rendir homenaje a las personas que en buena medida marcaron su infancia.

El público asistente entró en una especie de máquina del tiempo que lo transportó al pasado, setenta años atrás, sobre todo a los años de la Segunda Guerra Mundial y de la ocupación alemana de Grecia. Allí pudo conocer una serie de historias personales de carácter autobiográfico que eran tema central de la exposición, cuyo comienzo en el tiempo se podría situar en la trágica Noche de los Cristales.

Artistas participantes:

Artemis Alcalay -  Artista visual
Elli Velliou - Artista visual
Dimitirs Karageorgos - Compositor
Chryssoula Kehagioglou - Cantante
Apostolis Filippou - Artista visual
David Benforado - Artista visual
Eleni Vergeti - Actriz
Lía Koutelieri - Artista visual

Dirección artística y producción: Elissavet Hasse

Lugar: "Bensousan Han" - Edessis 6 - Tesalónica


APOSTOLIS PHILIPPOU


Proyección del vídeo de Apostolis Philippou


Apostolis Filippou participó en la exposición ”Tu propia historia” con el relato de la historia personal de su padre, Yannis Filippou. "Era un niño de 11 años -cuenta Apostolis- que vivía en El Pireo durante el periodo de la ocupación. Para contar su historia realicé un vídeo de nueve minutos de duración y una instalación que básicamente es la narración de un anciano que me sirvió para componer una imagen de la ocupación en El Pireo. A través de cierto cinismo y de la dureza de la vida diaria de aquellos años, surge el sentimiento de un hombre que logró sobrevivir; sentimiento que utilicé como una fotografía que habla del pasado, un pasado que intenté reconstruir en mi mente. Surgió también una figura paterna que tal vez había subestimado y a la que ahora decidí otorgar el relieve que merecía".




Cuatro imágenes de las obras de Apostolis Philippou


ARTEMIS ALCALAY

Miranda Alcalay en el vídeo en el que relata su historia

La artista Artemis Alcalay presentó un vídeo de 20 minutos de duración en el que se relataba la historia de su madre, Miranda Iosif-Alcalay. Mientras se proyectaba el vídeo, la artista tejía en la misma sala un suéter de cinco metros, rodeada de varias de sus obras: una cinta roja tejida a mano como hilo conductor de la narración y tres suéters en los que podía leerse, siguiendo la característica caligrafía de Miranda; tengo frío, tengo hambre y tengo miedo.


En el vídeo testimonial de Miranda Alcalay, aparece también su primo, Zakinos Levis; ambos, junto al resto de su familia, vivieron escondidos en el pueblo de Kapurna de Pilio. Miranda nació en Tríkala en 1929, y era hija de un empleado del Banco Nacional de Grecia fallecido prematuramente. Junto a su madre, Nina, y a su hermana, Daisy, se trasladó a vivir a Volos bajo la protección de unos familiares. Con el estallido de la guerra y el bombardeo de la ciudad por los italianos tuvieron que refugiarse en una fábrica de tabaco para posteriormente, huyendo del hambre y la persecución, instalarse durante un año en el cercano pueblo de Anakasia. 

Zakinos Levis

Con la llegada de los alemanes las cosas cambiaron. Conocida la noticia de que los Judíos de Tesalónica estaban siendo deportados a Polonia, la familia entera tuvo que dejar el pueblo y huir a las montañas cercanas a Kapurna, para vivir junto a los guerrilleros de la resistencia. Allí el único enemigo común eran los alemanes y nadie más. Vivían gracias a la solidaridad y protección de los habitantes del pueblo. Miranda, una niña criada en el seno de una familia acomodada, tuvo que aprender a hilar, amasar, cortar leña, transportar agua, segar, tejer ropa para los habitantes del pueblo que a cambio les ofrecían legumbres y miel.


Años de infancia y de adolescencia en los que Miranda, a la vez que aprendía los trabajos del campo, enseñaba a las chicas del pueblo a bailar el vals y el tango con el gramófono que le había robado al barbero. En 1944 llegó la tan esperada liberación y la familia pudo instalarse de nuevo en Volos. Allí, en tan solo una semana, enfermó y murió de tifus la pequeña Daisy. Allí conocieron la noticia de que todos sus familiares, absolutamente todos, habían sido asesinados en los campos de exterminio. Luego llegó el traslado a Atenas y la boda de Miranda en 1952 

El público asistente pudo conversar directamente con la artista Artemis Alcalay y con su madre, Miranda.



DAVID BENFORADO


David Benforado (Foto: Nelly Tragousti)


David Benforado, artista ateniense residente en Berlín, presentó "El testimonio de Sara Benforado", la conmovedora historia de una mujer que vivió el desarraigo de su familia, fue salvajemente golpeada cuando tenía veinte años y enviada a Auschwitz, donde consiguió sobrevivir, entre otras cosas, porque sabía francés y por haber tejido un suéter para Mengele. La historia se ofreció al público como una narración en forma de monólogo que interperó la actriz Eleni Vergeti.

Eleni Vergeti

Instantánea de la narración de la historia de Sara Benforado 

Sara Benforado, como la mayoría de supervivientes de los campos de concentración, contó detalladamente a su familia el sufrimiento y el horror que experimentó a diario durante aquellos años. Falleció en Tesalónica en 2005 y dejó su testimonio registrado en el libro “Testimonios orales de los Judíos de Tesalónica sobre el Holocausto”, de Erika Kunio-Amarilio y Albertos Nar, Ediciones Eurasía. (ISBN 978-618-5027-50-6)


ELLI VELLIOU

Imagen en blanco y negro de la instalación "Antonis" 

Así nos relata la artista Elli Velliou la historia que dio origen a su instalación titulada "Antonis": "En el año 1944, a la edad de 11 años,  Antonis K. quedó ciego y perdió la mano derecha a causa de la explosión de una mina  nazi cuando intentaba traspasar una alambrada en Atenas. Revisando su bien surtida colección de música, escuché cassettes que había grabado mi hermana cuando éramos pequeñas. El último cassette terminaba con el cuento “El príncipe feliz” de Oscar Wilde. Lo consideré como un mensaje de él para nosotras, y ese cuento constituye la base de la instalación que presento. Antonis en lo alto, como la estatua del príncipe feliz, invita a todos y cada uno a convertirse en sus ojos y a ayudar siempre a nuestros semejantes. (El visitante, a la vez que entra en el espacio de la instalación, escucha el mismo cuento que grabó mi abuelo de un programa radiofónico)". 


Dos imágenes de la obra presentada por Elli Velliou


DIMITRIS KARAGEORGOS & CHRYSSOULA KEHAGIOGLOU




El compositor Dimitris Karageorgos y la cantante Chryssoula Kehagioglou participaron con una actuación musical, parte de la cual puede contemplarse en el siguiente vídeo en el que, antes de interpretar su canción, la cantante dice: "Caminamos sobre los pasos de otras personas para encontrar una patria. Algunos nos llaman viajeros; otros nos llaman refugiados".



Dimitris Karageorgos & Chryssoula Kehagioglou
"Morena me llaman" (Anónimo, siglo XV)
Lírica tradicional sefardí

Morena me llaman,
yo blanca nací.
Morena me llaman,
yo blanca nací.

De pasear galana
mi color perdí.
De pasear galana
mi color perdí.


 LÍA KOUTELIERI



La artista Lía Koutelieri  nos cuenta que la obra que presentó estaba "centrada en el cuerpo humano como receptor de violencia, los traumatismos corporales y los límites del cuerpo. La violencia física fue el arma principal de los nazis como medio de castigo y tiene como último objetivo la desaparición final del cuerpo. En mi obra, hay una clara referencia a la violencia física, que inevitablemente conduce a la violencia psicológica y al  traumatismo permanente del cuerpo y del alma. El enfoque del tema se realiza mediante una confrontación entre el idealismo y el humanismo alemán. El proyecto está basado en el poema de Paul Celan titulado "Fuga de la Muerte” en combinación con la obra de Caspar David Friedrich, “El caminante sobre el mar de nubes”. La filosofía alemana se basa en el idealismo. Los regímenes totalitarios utilizan a menudo las ideas filosóficas más profundas para servir a sus intereses a riesgo de colocar la dignidad humana en segundo lugar en beneficio de una "gran idea". Protagonista de mi obra artística es el testimonio humano de la verdad a través de la narración de la escritora y poeta Nina Nachmias".



"El medio artístico para la ejecución del proyecto es la Instalación en un túnel oscuro. Los elementos que componen la instalación son: radiografías procesadas con técnica mixta sobre vitrinas iluminadas en el espacio expositivo con acompañamiento de sonido e imagen".

"Nina Nahmias es una de las víctimas de la ocupación alemana de Grecia. A la edad de 16 meses  fue víctima de la barbarie de los ocupantes. La herida dejada que la violencia dejó en su cuerpo permaneció indeleble en su pensamiento y su alma. Nina Nahmias no recuerda mucho de la vida en Atenas en 1940, pero recuerda las consecuencias de la ocupación alemana durante las décadas que siguieron. Recuerda de la pobreza, el miedo y la amargura de la guerra civil que siguió a la ocupación. En un momento de ausencia de sus padres, soldados alemanes entraron en la casa donde cuidaba de ella una amiga de su madre. Era una niña de tan sólo 16 meses, casualmente de ascendencia judía. Los soldados la golpearon en la cabeza y cayó inconsciente sobre el suelo. Los soldados la creyeron muerta y la abandonaron. Algunos médicos lograron salvarla y su familia  intentó ofrecerle toda la seguridad que se podía proporcionar a alguien en un período tan difícil de la historia. La incapacidad que le dejó aquel trauma dejó también psíquica que sigue hasta el día de hoy sin encontrar cura alguna". 



"La memoria individual en casos semejantes se vuelve universal. Ella misma, en la entrevista que me concedió, me dijo que no tiene nada importante que contar sobre su vida. La realidad desmiente esa razón, resultado sin duda de la modestia de un ser humano profundamente reflexivo y profundamente herido. Los acontecimientos históricos que precedieron y siguieron a las dos guerras mundiales, quedan escritos en la memoria de quienes no los vivieron a través de testimonios, fotografías, documentos… Los que los vivieron se marchan con el paso del tiempo. Nina Nahmias es una persona que nació en tiempo de guerra. Siente que durante toda su vida ha estado viviendo el ahora del antes, un antes que sigue dejándose sentir a día de hoy... Es muy importante no olvidar y los recuerdos ayudan a ello. El objetivo de mi proyecto es la reactivación del dolor, pero a por mediación del recuerdo. Con los ojos puestos en el ayer, espero un mañana mejor. La historia tiende a moverse cíclicamente, y los recuerdos tal vez en algún momento nos ayuden a hacer desaparecer sus ciclos más oscuros..."


“¿Bastan una fotografía y una declamación despertar recuerdos y para desempeñar una función pedagógica? Para aquellos que no quieren cerrar los ojos a la verdad ni dar la espalda a la historia son más que suficientes”.



SONIDOS DEL LEVANTE

Grupo "Sonidos de Levante" (Cortesía de David Benforado)

De entre las actividades paralelas destacó la actuación del grupo musical Sonidos del Levante. Sus componentes, Nikos Tzannis-Ginneroup, Chrisostomos Vletsis y Nikos Varelás, interpretaron canciones sefardíes de Constantinopla (Estambul), Tesalónica y Esmirna.

A partir del siglo XV, en las grandes ciudades de los Balcanes, entonces bajo dominio otomano, se estableció una gran comunicad de judíos de lengua española que, con el paso del tiempo, quedó incorporada a la sociedad otomana en la que la identidad quedaba determinada por la religión. Tal vez por eso se explica que al público griego le resulten tan familiares las canciones sefardíes que unen la tradición musical de la antigua Constantinopla, de Tesalónica y de otras grandes ciudades de la región con la lengua de la España de Cervantes.

Sonidos del Levante presentó diferentes ejemplos de música otomana con letra en español, desde los tsifteteli de las tabernas hasta las canciones de prisión pasando por los cantos del comienzo del Shabbat, las canciones de las trabajadoras de las fábricas de tabaco de Tesalónica o los himnos religiosos que se cantaban en la sinagoga en español; incluso rebético interpretado en ladino, ese dialecto del castellano medieval con elementos del catalán, del portugués o del modo de hablar de Andalucía que es la lengua en la que se canta el flamenco. Canciones que hoy, día a día, van desapareciendo con el cambio generacional de esta comunidad que quedó prácticamente aniquilada durante la II Guerra Mundial.


El jueves 12 de noviembre, el público tuvo la oportunidad de conversar con todos los artistas participantes.

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Ευχαριστώ θερμά όλους τους καλλιτέχνες για την ευγενική παραχώρηση φωτογραφιών, κειμένων και βίντεο.
Εμμανουέλ Βιναντέρ