sábado, 30 de julio de 2011

COSTA-GAVRÁS RECIBE LA ORDEN DE LAS ARTES Y LAS LETRAS



El cineasta greco-francés Costa-Gavrás fue distinguido ayer con la Orden de las Artes y las Letras que entrega el Gobierno de España en reconocimiento a su trayectoria artística. El nombre del cineasta nacido en Grecia fue propuesto al Consejo de Ministros por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.

El Consejo de Ministros considera, en su comunicado, que las producciones fílmicas de Costa-Gavrás han trascendido a "toda una generación de españoles defensores de la realidad política y la convivencia pacífica" por abordar con sentido crítico los problemas de los "totalitarismos" y las "injusticias sociales". Costa-Gavrás, que recibió la nacionalidad francesa en 1956, debutó como director con Los raíles del crimen en 1965, que cuenta la historia de seis personas que viajan en tren de Marsella a París y en el trayecto son asesinados.

"Sus películas se han convertido en símbolos universales contra la intolerancia, la represión y la falta de libertades", destacó el Consejo. Costa-Gavrás también ha trabajado en la dirección de películas como Z (coescrita con Jorge Semprún), La confesión (1970), Estado de sitio (1972). Con Sección especial logró en 1974 el Oscar al mejor guion. Ese mismo año recibió la Palma de Oro en Cannes con Desaparecido. Tras su paso como presidente de la Cinemateca Francesa a comienzos de los ochenta, el también guionista trabajó en Le Petite Apocalypse, una dura sátira sobre los revolucionarios de Mayo de 1968.



Fuente: El País




lunes, 25 de julio de 2011

ADIÓS A MICHAEL CACOYANNIS



Antonio Fraguas
- Madrid. El País


Célebre por llevar en 1964 a la gran pantalla la historia de Zorba el griego, (protagonizada por Anthony Quinn) el cineasta chipriota Michael Cacoyannis falleció la madrugada del lunes en un céntrico hospital de Atenas a los 90 años, por problemas cardiorrespiratorios, informaron fuentes de la fundación que lleva su nombre. Cacoyannis (Limassol, Chipre, 1921) no solo será recordado por su visión de la emancipadora novela del cretense Nikos Kazantzakis, sino también por sus adaptaciones de tragedias de Eurípides. Con Elektra obtuvo en 1962 el gran premio del jurado del festival de Cannes. A lo largo de su carrera sus películas recibieron cinco nominaciones a los oscars. Además de cine, dirigió montajes teatrales y operísticos. Cacoyannis supo rodearse creadores de primera línea, por lo que su trabajo ha servido durante décadas como catapulta hacia la fama internacional de varios puntales contemporáneos de la cultura helénica (tan a menudo identificada pacatamente solo con el período clásico).

Las actrices Irene Pappas y Melina Mercuri se labraron fama internacional en buena medida gracias a películas de Cacoyannis. Si bien la primera fue descubierta por el gran público de la mano de Elia Kazan (director también de origen helénico), Pappas protagonizó la trilogía euripidiana del cineasta: la citada Elektra, Las Troyanas (de 1971, donde la actriz compartió pantalla con Katharine Hepburn y Vanessa Redgrave) e Ifigenia (1977). En 1955 Mercuri debutó con 35 años en el cine gracias su papel protagonista en Stella, una suerte de versión helénica de la figura de Carmen. Esta película también supuso la entrada de Cacoyannis en la escena internacional. En cuanto a la música, el famoso sirtaki que automáticamente se asocia con Grecia fue compuesto por Mikis Theodorakis para Zorba. Otro magno compositor, Manos Hadjidakis (autor, entre otras, de Los chicos del Pireo) fue el responsable de la banda sonora de Stella. Una de las obras cumbre de Cacoyannis -y una de las menos conocidas para el gran público- es el documental 'Atila 1974', en el que, pocas semanas después de producirse los hechos, narra la invasión turca del norte de Chipre.

Hijo de un Sir de la época en que Chipre era colonia británica, Cacoyannis estudió derecho en Reino Unido, donde fue enviado en 1939. Allí, durante la Segunda Guerra Mundial, produjo programas radiofónicos en griego para el servicio de noticias de la BBC. Su interés por la interpretación le llevó a la Escuela Central de Arte Dramático de Londres y al teatro Old Vic. En 1949, bajo el pseudónimo de Michael Yannis, dio vida al tirano Calígula en la obra homónima de Albert Camus, papel para el que, según informa el diario Kathimerini, fue elegido por el propio literato francés. Intentado sin éxito dirigir cine en Reino Unido, se instaló en Grecia, donde en 1953 estrenó su primera película Kyriakátiko xýpnima (Despertar dominical).

Su último filme, una versión de El jardín de los cerezos de Antón Chéjov, data de 1999 y fue protagonizado por Charlotte Rampling y Alan Bates. Alejado de los rodajes desde entonces debido a su estado de salud, en los últimos tiempos se había concentrado en la dirección teatral y en la creación de su fundación cultural. Una de sus obras puede contemplarse a diario en Atenas: el actual diseño de la iluminación nocturna de la Acrópolis es suyo.



"Zorba el Griego" (Michael Cacoyannis, 1964)



sábado, 23 de julio de 2011

II FESTIVAL INTERNACIONAL DE LITERATURA DE TINOS



El II Festival Internacional de Literatura de Tinos se celebrará los días 28, 29 y 30 de julio en tres diferentes localidades de la isla. En total participarán diecisiete escritores y poetas de once países. La representación española correrá a cargo del escritor y cineasta Fernando Arrabal. Los participantes, cada uno en su idioma, leerán y declamarán textos y poesías que serán traducidos simultáneamente al griego. Además, los actos contarán con la participación de grupos de música contemporánea y tradicional de Tinos.






Nos alegra comprobar la consolidación de un festival de estas carácterísticas, de cuya primera edición también informamos en La Pasión Griega.


Para más información: http://tinoslitfestival.com/


miércoles, 20 de julio de 2011

RITA WILSON, FILOHELENISMO EN HOLLYWOOD

La actriz norteamericana Rita Wilson


La actriz norteamericana Rita Wilson, nacida en Los Angeles hace 54 años, siente auténtica pasión por Grecia y es, desde hace ya mucho tiempo, una auténtica embajadora del país heleno entre las estrellas de Hollywood. A primera vista, la atracción que Rita siente por Grecia podría parecer un tanto extraña, pero todo tiene su explicación: el nombre de nacimiento de Rita Wilson es Margarita Ibrahimov. Su padre, de origen búlgaro, nació en Grecia mientras que su madre, Dorocéa, vino al mundo en el seno de una familia griega en el pueblo albanés de Sotira, en el Epiro del Norte. Los padres de Rita emigraron a Nueva York, donde se conocieron en 1950. Tras contraer matrimonio, la pareja decidió cambiar el apellido Ibrahimov por el de Wilson, inspirados nada menos que por el nombre de la calle en que vivían.

Rita Wilson es la esposa del conocido actor Tom Hanks, a quien convenció para que renunciase al catolicismo y se convirtiese a la fe ortodoxa ante
s de su boda. El actor, con su particular sentido del humor, suele comentar: "Soy ya más griego que mi esposa, pues mi apellido termina con la letra ese, como la mayoría de los apellidos griegos, y el suyo no". Wilson y Hanks organizan infinidad de actividades con el fin de que Grecia siga presente en la vida de los norteamericanos de origen griego, premiando cada año a los miembros de la comunidad helenoamericana que consiguen destacar por algún motivo.


Rita Wilson y Tom Hanks


El matrimonio Hanks-Wilson produjo la exitosa película "Mi gran boda griega" y también -todo hay que decirlo- la poco afortunada "Mi vida en ruinas", ambas ci
ntas protagonizadas por la también greco-norteamericana Nía Vardalos. Rita Wilson y Tom Hanks viajan varias veces al año a Grecia, donde son propietarios de una casa en la pequeña isla de Andíparos. Allí suelen pasar sus vacaciones de verano y también la Pascua ortodoxa. El actor se ha integrado de tal manera en la sociedad griega que incluso de vez en cuando interpreta canciones populares griegas en alguna taberna.


Tom Hanks cantando en una taberna griega


Por su parte, Rita Wilson ha unido sus fuerzas a las de otra triunfadora grecoamericana: Arianna Huffington, fundadora del portal informativo digital "The Huffington Post", que cuenta con ediciones en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido. Recientemente, Huffington nombró a Rita Wilson editora del nuevo portal "Huff/Post40", una página dedicada a la conocida como generación del baby boom en la que Rita intentará mostrar las facetas más placenteras de la vida a todos aquellos que hoy superan los cuarenta años de edad. La propia Rita define esa forma de vida más relajada como "ζωή α λα ελληνικά", es decir: "vida a la griega".




Con informaciones de:
tanea.gr
dailygossip.org

martes, 12 de julio de 2011

SANTORINI, LA ISLA MÁS BELLA DEL MUNDO



Santorini, la perla de las Cícladas, ha sido proclamada como la isla más bella del mundo del año 2011 por la revista de viajes norteamericana "Travel & Leisure", cuyos lectores eligen cada año las diez islas más hermosas del planeta.

"Travel & Leisure" hace referencia a las incomparables puestas de sol que pueden contemplarse en Santorini, así como al azul profundo de sus aguas, a la hospitalidad de sus habitantes o al placer de pasear por sus estrechas callejuelas.

En "La Pasión Griega" estamos de acuerdo: Santorini es la isla más bella del mundo. Y si alguna vez pierde su corona, que sea en favor de Corfú, Milos, Andros, Folégandros, Naxos, Creta, Lesvos, Egina, Paros, Scópelos, Cítera, Cárpazos, Tinos, Cefalonia, Rodas, Ítaca... ¡tenemos tantas islas y todas tan hermosas!


¿Queda todavía algún indeciso buscando destino para sus vacaciones?



Santorini, la isla más bella del mundo






lunes, 11 de julio de 2011

EL TRIPLE VIAJE DE ANTÍGONA

Las actrices Bebe, Anna Allen y Marta Etura



Mérida acoge tres adaptaciones de la obra de Sófocles,
protagonizadas por Bebe, Anna Allen y Marta Etura


Rosana Torres, Mérida


En 1910 el arqueólogo José Ramón Mélida descubrió que en Mérida, bajo las tierras donde pastaban unas ovejas, había un teatro romano, anterior a nuestra era. Las propias piedras donde se sentaban a merendar los pastores por la zona en la que llevaban los rebaños, conocidas como las siete sillas, eran a modo de iceberg, lo que asomaba de un grandioso teatro para 5.000 espectadores. Así nació la etapa contemporánea de este espacio que tuvo un redescubrimiento para la escena gracias a la gran actriz Margarita Xirgu, en 1931, cuando estando de gira paró en Mérida a repostar gasolina y bajó del coche a estirar las piernas. Sus ojos se clavaron en aquel espacio que ya se había excavado y comenzó a gritar y dar saltos como solo lo pudo hacer Rodrigo de Triana al descubrir tierra en el primer viaje a América: "¡Un teatro!, ¡un teatro!, ¡un teatro!...". Puso todo su empeño en devolver aquellas piedras a su uso primigenio, cosa que consiguió en 1933 con Medea, en versión de Unamuno, quien asistió al estreno junto a Manuel Azaña, presidente de la II República.

Así nació el Festival de Mérida, solo interrumpido de 1939 a 1953, y especializado en temática grecolatina, ya sea escrita en el periodo clásico o por autores que se han inspirado en estas obras a las que han dado un nuevo aliento.

Desde entonces todas las heroínas griegas han desfilado por ese espacio. Este año lo hace por partida triple Antígona, la trágica que creara Sófocles (496- 406 a.C.), ciudadano de Atenas, poeta, estratega, tesorero del Imperio, actor y hombre de gran popularidad entre sus conciudadanos, quien vivió uno de los momentos más convulsos y apasionantes de la historia antigua. Antígona ha pasado a la historia como una de las obras del periodo grecolatino más bellas e impresionantes. De hecho son muchas las voces, como la de George Steiner, que sostienen que es la más excelente de las tragedias griegas, mientras Hegel llegó a afirmar que en Antígona se encuentra la pugna entre las esferas humana y divina, la de la familia y la del Estado.

El Festival de Mérida no recibió a esta heroína en el Teatro Romano hasta 1971 que llegó con dirección de José Luis Alonso y María Fernanda D'Ocón como Antígona, papel que repitió varias veces en su vida y con el que volvió a Mérida en 2003, bajo la dirección de Eusebio Lázaro y en versión de Jean Anouilh. Otras antígonas fueron Ana Marzoa (1983 dirigida por Santiago Paredes), Silvia Munt (1986 con Joan Ollé y versión de Salvador Espriu), Julieta Serrano (1988 con María Ruiz y versión de Martín Elizondo), Victoria Vera (1992 con Alfredo Castellón y texto de María Zambrano), Blanca Apilánez (1996 con versión y dirección de Francisco Suárez), una impresionante versión coreógrafica del Bolshoi de Moscú en 1997 y la última de 2007 con Clara Badiola, (Esteve Ferrer el director) y una versión de Miguel Murillo, el mismo dramaturgo que el pasado viernes estrenó Antígona en el Teatro Romano de Mérida (donde permanecerá hasta el día 17), espectáculo con el que se ha abierto la 57 edición del Festival Mérida. El montaje cuenta con una popular cantante, que antes que nada fue actriz, Bebe, quien se enfrenta a un soberbio Creonte, el actor Helio Pedregal.

"Antígona representa a ese animal que todos tenemos dentro, a los instintos más básicos, más importantes y desnudos, simboliza a cada una de las mujeres que hay en nuestro interior y no sabemos cómo sacarla, pero todas tenemos esa fuerza ahí", señala de este personaje que le recuerda ciertos valores, que tiene presentes: "Pero está bien que los recordemos cada día, este personaje me hace crecer, evolucionar, Antígona me ha dado una collejita para que no se me olviden ciertas cosas". La actriz se sorprendió mucho de que le hicieran esta propuesta: "Acepté porque era un personaje como el que es y encima era aquí", dice en referencia a Mérida, ciudad en la que se ha criado muchos años. De hecho venía con sus padres de pequeña al Teatro Romano y dice de lo que cree que es su primer recuerdo sobre Antígona: "Creo que vi una con Juan Luis Galiardo, pero no recuerdo cuándo", señala Bebe en clara referencia a la que vio en 1996 (con 17 años), que al igual que en la que ella participa, se situaba en la Guerra Civil española y Galiardo-Creonte era un falangista, de la misma manera que Pedregal es un rudo militarote.

"Para mí Antígona es una tipa que tiene muy claro lo que quiere, que no es otra cosa que cuidar a su hermano hasta el último momento, darle lo que se merece, por encima de cualquier mamarrachada que le digan los que mandan, porque lo que ella quiere está por encima del poder", señala la actriz quien para salir a escena se despoja de piercingsy pendientes en los labios "Antígona no llevaba estas cosas y me lo quito todo".

La segunda Antígona que transitará por este espacio, que los actores coinciden en señalar que está lleno de una energía especial que ellos sienten casi hasta electrizarles, es Anna Allen, que tendrá como partenaire escénico al popular actor Chete Lera como Creonte. Será en Antígona del siglo XXI con dirección de Emilio del Valle, quien en su versión nos ha situado a la heroína en espacios del aquí y ahora: "Es una mujer que entonces y ahora representa lo mismo, los valores del corazón , la dignidad..., es una mujer comprometida con lo que siente, y eso es muy hermoso", señala Allen quien sostiene que hoy hay antígonas por cualquier sitio: "Estamos rodeados, mi propia madre es una antigonaza de narices; de ahí que la idea de ofrecer tres antígonas muy distintas, de tres épocas distintas, sea muy atractiva, porque los conflictos que plantea son universales", apunta esta joven actriz que señala que ella representa a una chica muy joven con una gran tragedia encima.

"Hoy esa tragedia se vislumbra en muchos conflictos, la lucha de viejos contra jóvenes, contra el poder, mujeres contra hombres, también se podría hacer una Antígona futurista, aunque espero que para entonces hayamos evolucionado tanto que tengamos estos conflictos resueltos y seamos tolerantes, comprensivos y no hubiera lugar para que Antígona tropezase con tantos muros". Para Allen esta inmersión en el personaje ha sido todo un viaje: "Bufff...., estoy en pleno viaje, es un viaje al corazón, un viaje salvaje, asilvestrado, profundo, me ha movido entera, ya sabía que hacer esta tragedia tan bestia, gratis no podía ser, te hace plantearte si eres valiente, si hablas claro, si te has rodeado de las antígonas que quieres, si cuidas a los que quieres...", concluye la actriz.

La tercera Antígona, que cierra la edición del festival de 2011, tiene al igual que Allen, poca experiencia como actriz de teatro, aunque ha hecho dos proyectos ambiciosos, Despertares y celebraciones con Cristina Rota y Hamlet, en el papel de Ofelia, con Juan Diego Botto. Pero en cine está considerada como una de los rostros más potentes e interesantes de la filmografía española. Marta Etura estará con la Antígona versionada por Ernesto Caballero, muy fiel a Sófocles, del 11 al 28 de agosto. Ha sido elegida por el prestigiado director mexicano Mauricio García Lozano, lo que supone poder descubrir a este joven talento en nuestro país. Como Creonte está uno de nuestros actores más internacionales, Antonio Gil Martínez (protagonista de obras de Peter Brook, Simon McBurney y su mítico Théâtre de la Complicité...) y el montaje además cuenta con la sorpresa de que tendrá a Blanca Portillo interpretando al visionario Tiresias, un trabajo por el que no ha querido cobrar nada, ya que es un regalo que ofrece a Mérida y no oculta que a ella misma, que se considera actriz y le cuesta estar mucho tiempo sin interpretar.

"Mi personaje simboliza la lucha del individuo frente a la sociedad, la lucha de las generaciones jóvenes contra las viejas, la lucha de la naturaleza y del poder del hombre...., tantas cosas", dice Etura, mientras se queda pensativa y añade "es espeluznante, se escribió hace 2.500 años y es terriblemente actual, da mucho que pensar, habla mucho del comportamiento humano". La actriz, que ganó un Goya no hace mucho ( premio al que ha sido candidata en varias ocasiones) por su trabajo en Celda 211, concluye que hoy las antígonas están en muchas partes: "Allí donde la mujer lucha porque en nuestra sociedad tengamos lo mejor, que pelea por la igualdad, por un mundo más positivo, de Antígona me encanta su inamovible integridad, sus valores, tan potentes que los defiende hasta la muerte". También la actriz cree que el hombre se sitúa más en la búsqueda del poder político, social y la mujer busca el poder afectivo: "Pero en esa lucha ambos tienen culpa, y muchas veces la mujer es víctima, pero también muchas veces es colaboradora", dice Etura a la que le encanta el teatro: "es donde más te entregas y donde menos cobras".

Desde el principio tuvo claro que tenía que hacer este trabajo: "Costara lo que costara, la Antígona de Sófocles tiene una fuerza tan brutal, además hay algo maravilloso en ella ya que lucha por lo que cree que hay que luchar, pero al tiempo asume todas las consecuencias de su acción... cuando hay una guerra, una circunstancia de crispación, surge el ser humano que quiere vivir y ser alguien normal, junto al que asume un compromiso, el que quiere luchar por algo y asume las consecuencias de sus actos. A nivel antropológico me resulta muy interesante, porque estamos hablando de algo de hace 2.500 años, pero que forma parte de mi naturaleza, de nuestra naturaleza", concluye.

A pesar de todas estas antígonas, Blanca Portillo, como directora del festival, es consciente de que la tradición en esta muestra es que haya una comedia. Y la costumbre no se la podía saltar así como así, por lo que ha querido que siga siendo el universo de la mujer el que también traiga la sonrisa y ha programado un montaje de La Asamblea de las mujeres, con dirección de Laila Ripoll (del 27 de julio al 7 de agosto).



Artículo original en El País

lunes, 4 de julio de 2011

RESUMIENDO

Policías griegos frente al Parlamento, el pasado miércoles,
antes de la votación del plan de ajuste. (foto P. Olalla)


El escritor y helenista asturiano Pedro Olalla expone su visión de testigo sobre la situación de Grecia



Pedro Olalla, Atenas.
29/6/2011


Este miércoles, hacia las cuatro de la tarde, concluyó por fin la reñida votación por la que, con el escaso margen de cuatro votos, el gobierno griego consiguió que fuera aprobado el llamado “Plan de Rescate a medio plazo”. Una vez más, ese mismo gobierno prestó oídos sordos a la multitud de ciudadanos que, en esos momentos, inundaba la plaza Syntagma y las calles que rodean al Parlamento en protesta permanente contra estas medidas. Una vez más, con la excusa de hacer frente a un puñado de agitadores, las fuerzas del orden volvieron a fumigar como a ratas a todos los manifestantes de forma indiscriminada –y siguen haciéndolo mientras escribo este texto, ya sin la máscara antigás–, utilizando venenos químicos de alta toxicidad comprados a Federal Laboratories, BAE Systems y otros grandes fabricantes de armas con el dinero de los contribuyentes. Hace ya más de un año que vivo a diario la agitación de esta plaza Syntagma tratando de explicarme lo que pasa, y el momento histórico de esta votación –por la que Grecia acaba de aceptar uno de los mayores préstamos de la historia de la humanidad– parece un buen momento para recapitular. Vayamos paso a paso.


El problema

El problema es que Grecia debe mucho dinero a sus prestamistas; si bien, mucho más dinero deben Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Holanda, Italia, España, Japón, Bélgica o Suiza y eso, de momento, no es problema. Junto a este, existe también otro problema: que a Grecia le vendría bien una racionalización del sector público en aras de un menor despilfarro, así como una serie de medidas para atajar la corrupción política y el fraude fiscal. Este segundo problema –que Grecia tiene sin duda– lo tienen también la mayoría de los países del mundo; España, sin ir más lejos. El hecho es que, tristemente, los distintos gobiernos de Grecia –como los de España y otros muchos países– han estado largos años sustentando sus políticas sobre el endeudamiento y contrayendo peligrosos compromisos con los magnates del mundo financiero globalizado.


La alerta

Hace aproximadamente dos años, en el contexto de la famosa “crisis”, el gobierno Papandreou “descubrió de repente” estos dos grandes problemas de Grecia, derivados, según sus argumentos, de la mala gestión y el nepotismo de los gobiernos anteriores, así como de la falsificación de las cuentas ante los socios europeos heredada de sus predecesores al frente del país. Conviene recordar que, en Grecia, el poder lleva ocupado más de treinta años por los mismos partidos y dinastías políticas, y que el propio Papandreou, como muchos otros miembros de su actual gobierno, ha sido ministro y parlamentario en ocasiones anteriores. Ante esta situación, el gobierno anuncia que la única solución posible –y la única alternativa a una segura bancarrota– es el sometimiento a un duro “plan de rescate”, dirigido por nuestros socios centroeuropeos y el Fondo Monetario Internacional.


Medias verdades

Ya se sabe que, peor aún que las mentiras, son las medias verdades; porque, oculto en la atractiva cápsula de la verdad, tragamos también el fatídico veneno de la mentira. Todos estamos de acuerdo en que, en benecifio de todos, hay que racionalizar el número de funcionarios, perseguir la evasión fiscal y evitar el despilfarro del dinero público, pero no por ello tragamos con la mentira infame de que el único camino para arreglar las cosas sea avenirse a los dictados de los monopolios del poder y del dinero y a las directrices que el FMI y sus aliados señalan ahora a los nuevos países en los que han puesto el ojo. Y, siendo consecuentes, no deberíamos aceptar tampoco que los mismos políticos, dirigentes y magnates que durante años han sido cómplices y artífices de la situación que queremos cambiar sean los que hoy nos vendan recetas para el cambio. ¡Claro que está mal que en Grecia haya más de un millón de funcionarios públicos! Pero es vergonzoso que nos lo echen en cara los mismos partidos que los han nombrado durante décadas a base de clientelismo político. ¡Claro que está mal que los impuestos evadidos superen los 33.000 millones de euros! Pero es vergonzoso que ahora pretendan arreglarlo tratando a las rentas medias-bajas con mano de hierro quienes han permitido, entre otras cosas, que haya 6.300 ricos registrados que deben cada uno entre 200.000 y varios millones de euros al erario público. El pueblo ya está harto de medias verdades, y no se cree que para que la situación se arregle haya que empeñarse hasta las cejas, vender el país a los “inversores”, trabajar cuarenta años y jubilarse con 360 euros.


La falacia de la “única solución”

Sin embargo, contra toda reacción y contra argumentación, el gobierno y sus aliados financieros han seguido adelante con la falacia de la “única solución” y la amenaza de la bancarrota. Para quien tenga nociones de historia contemporánea, son de sobra conocidas las prácticas del Fondo Moneterio Internacional en los países donde ha operado hasta el momento. Si no, que se lo pregunten a América Latina, al África Sub-Sahariana, al Magreb, a los países del sureste asiático o a todos los del llamado Tercer Mundo, que, durante las últimas décadas, viven desangrados por un proceso creciente de acumulación de deuda, mientras pagan por ello al Primer Mundo siete veces más de lo que reciben en supuesta ayuda al desarrollo. Esta institución, nacida en 1944 en la pequeña localidad estadounidense de Bretton Woods (New Hampshire), actúa como intermediaria financiera
haciendo que, a través de sus créditos, los inversores tengan mayores garantías de cobro frente a los países deudores. Para ello, “convencen” a los gobiernos para que contraten sus préstamos, que, por considerarse de alto riesgo, vienen gravados con un tipo de interés entre cinco y siete veces superior al de los créditos normales; imponen la privatización y la venta a inversores extranjeros de los recursos naturales del país (minas, aguas, cultivos) y de las más rentables empresas públicas (puertos, telecomunicaciones, etc.); exigen exenciones fiscales para las inversiones de las multinacionales; “recomiendan” la compra de armamento y la inversión en fuerzas policiales que garanticen el orden público; aumentan los impuestos indirectos en bienes de consumo (IVA) y exigen austeridad y recortes en las prestaciones sociales.

Hasta la llegada de Papandreou al poder, las prácticas del Fondo Monetario Internacional se habían mantenido fuera de las fronteras de la Unión Europea, limitadas casi a los países Tercer Mundo, donde, normalmente, esta institución ha operado después de que los países quebraran y no antes. Ahora, el llamado “plan de rescate” ante la “crisis” se dibuja a las claras como un “plan de rescate” pensado especialmente para el sector financiero, que “en tiempos de crisis” desea asegurar los beneficios de sus inversiones y ve en Grecia una atractiva presa para experimentar en territorio de la Unión Europea.


Un 60% de esta abultada deuda griega son, en realidad, bonos del Estado, mediante los cuales han “apostado” su dinero los llamados “inversores” a través de entidades financieras. El objetivo de los “inversores”, ya se sabe, es cobrar, pero como inversores privados no tienen ninguna garantía de que los países en los que invierten produzcan los esperados beneficios y el cobro llegue a hacerse efectivo: estan sujetos al riesgo de la apuesta, y su derecho al cobro se limita tan sólo a una parte sobre los beneficios, nunca a una parte del patrimonio del país en que invierten. Así pues, para cobrar con garantías, su objetivo es introducir en el país un agente de cobro capaz de transformar la especulación privada en deuda pública. Y eso es lo que hace desde su fundación el Fondo Monetario Internacional. Pero para conseguir esto, hay que conseguir la connivencia de determinados políticos. Y esto es lo que han conseguido en Grecia. Ahora, gracias al “efecto conversor” del FMI, Grecia ya no le debe dinero a los especuladores privados sino a otros estados, lo que hace el impago más complicado. En términos bursátiles, el FMI ha convertido el “papel” en “dinero”. Y ahora, hay que responder a esa dudosa deuda con el sudor de los contribuyentes y –lo que es más atractivo para los inversores– con la riqueza nacional, que el propio gobierno se ha encargado de inventariar a tiempo en el último gran censo y de comprometer más allá de lo inalienable en el texto del protocolo que, por segunda vez, acaba de firmar.

La “única solución”, pues, lejos de sanear el Estado, generar riqueza y atender con justicia el pago de la deuda, es pan para hoy y hambre para mañana. Lo único que realmente asegura es el beneficio de los inversores, facilitándoles legalmente el acceso a lo que hasta ahora permanecía fuera de su alcance: la riqueza de la nación.


Una solución razonable

Si a este “doble problema” de endeudamiento y saneamiento del Estado hubiera que buscarle una solución –cosa que, en realidad, se impone–, lo lógico sería investigar a fondo acerca del origen y la naturaleza de esa enorme deuda que abruma al país, cómo y por qué ha sido contraída, quiénes y en qué terminos han firmado los préstamos, si ha habido beneficios para los implicados, si ha habido comisiones ilícitas, con qué transparencia se ha realizado la contratación de obras y servicios por los que ahora se pide que paguemos, si ha habido sobrevaloraciones en esos encargos... En fin, habría que esclarecer la deuda, ver si hay culpables de delito entre los responsables del endeudamiento y determinar con precisión qué parte de esa abultada cantidad no es sino una “deuda odiosa” –contraída contra los intereses de la población de un país con el completo conocimiento del acreedor– de acuerdo al concepto que Estados Unidos acuñó, en su propio beneficio, tras la guerra con España por la independencia de Cuba.

Y una vez esclarecido todo esto y castigados los culpables, se decidiría con serenidad y justicia por medio de qué préstamos, qué ventas o qué nuevas medidas habría que hacer frente a la deuda legítima. Una de ellas, por ejemplo, podría ser reclamar de forma contundente las indemnizaciones de guerra que Alemania fue condenada a pagar a Grecia tras el final de la II Guerra Mundial y que –pese a la ocupación militar, las deportaciones masivas a los campos de exterminio y los más de un millón de muertos– aún no han sido satisfechas.


La “solución” impuesta

Pero nada de lo anterior se está llevando a cabo con seriedad. Ni investigaciones, ni auditorías, ni juicios ni nada convincente. La táctica es amenazar con la bancarrota y darse prisa para aprobar sin más preámbulos la “única solución”. Así, hace unos meses, el gobierno aprobó el primer plan de rescate –que no ha creado más que marasmo y desconcierto– y ha procedido ahora a aprobar el segundo: una nueva vuelta de tuerca en el mismo sentido, esta vez con mayor recorrido y mayor decisión.


Merced a este nuevo “plan de austeridad”, que nos permite endeudarnos en 12.000 millones más con la llamada “quinta entrega” del préstamo, se recortan los sueldos y las pensiones, se reduce el subsidio de desempleo, deja de desgravar lo que antes desgravaba y se aplica una brutal subida de impuestos directos e indirectos, que afecta de manera especial a quienes ganan entre 15.000 y 25.000 euros anuales. Por poner algunos ejemplos, se aplica un 23% de IVA a zumos y refrescos, se duplica el impuesto de circulación de vehículos y se suben los impuestos del gasóleo de calefacción en un 185% para las familias y en un 1.861,9% para las empresas. Además, en un gesto de altruismo, se obliga a pagar también una nueva tasa llamada “tasa solidaria”.

Y junto a todo esto, el gobierno acomete asimismo un amplísimo plan de privatizaciones que pone a disposición de “los inversores” una parte inmensa de la riqueza nacional: aeropuertos, autopistas, ferrocarriles, puertos marítimos, suministro de agua y electricidad, yacimientos de gas natural, yacimientos minerales, licencias de telefonía móvil, aeronaves, correos, loterías, quinielas... y una extensísima lista de propiedades inmuebles del Estado. Todo ello, en un plan orquestado por Deutsche Bank, AG London Branch, Credit Suisse, Credit Agricole, BNP Paribas, Eurobank EFG Equities, Societe Generale, Ernst & Young, Rothschild & Sons, Barclays Bank, HSBC, Lazard, KPMG, Citigroup Global Markets Ltd y otros consejeros financieros que nos ayudarán a “poner en valor” el país.


La reacción


La reacción comenzó hace más de año y medio y cada día está más generalizada. Los argumentos en contra de este plan, que entonces parecían ideas radicales, son ya opinión común de un amplio sector de la ciudadanía. Durante 2010, ha habido en Grecia más de 700 movilizaciones, y el 2011 avanza al mismo ritmo hasta culminar con la ocupación permanente de la plaza Syntagma desde hace más de un mes y con la huelga general de 48 horas –la más larga que ha conocido Grecia– mantenida esta semana mientras el gobierno aprobaba el plan de rescate y la ley que lo ejecuta.

El martes y el miércoles pasados, decenas de miles de personas estuvieron presionando en las inmediaciones del Parlamento para que el plan no se aprobase. Incluso en el Parlamento Europeo comienza a haber voces discrepantes sobre la eficacia y la justicia de este proyecto; pero el gobierno de Papandreou se ha alzado en paladín de la causa y ha conseguido aprobarlo tras un desesperado enjuague numérico para conseguir por los pelos la mayoría necesaria de votos. No ha querido asomarse a la ventana para ver que, desde hace ya tiempo, gobierna de espaldas a la ciudadanía, de espaldas incluso a una gran mayoría del electorado que en su día lo legitimó con su voto en el poder. La respuesta a ese clamor que viene de la calle es la obcecación y los gases. Entretanto, a los telediarios del mundo llegan, de vez en cuando, las imágenes convulsas de agitadores e infiltrados que, con su violencia, favorecen la actuación policial y el desalojo de las calles y afean la vigorosa, pacífica y permanente protesta de los ciudadanos contra una profunda “violencia de guante blanco”. El pueblo está dispuesto a hacer sacrificios, pero se ha dado cuenta de que, con este “plan”, sus sacrificios no van encaminados a subvertir un sistema perverso, sino a alimentarlo.


El futuro inmediato


No perdamos de vista que toda esta agitada reacción la ha suscitado hasta el momento “la mera perspectiva” de lo que se avecina. A partir de esta semana, entramos en la fase de aplicación, y la reacción se va a intensificar. Dudo mucho que el pueblo se retire a casa resignado a pagar. Primero, porque no quiere; y segundo, porque no puede. No le llegará el dinero. Este plan de medidas económicas y fiscales grava sobre todo a las rentas medias-bajas y, lejos de contribuir a la redistribución justa de la riqueza, contribuirá a que la riqueza se concentre injustamente cada vez en menos manos.

Y como este plan viene de Europa, resurgirán en los próximos meses reacciones nacionalistas de todo signo (del norte, del sur, de izquierda, de derecha...) que minarán de nuevo la cohesión de Europa y que pondrán de manifiesto que, en realidad y tristemente, después de tanto tiempo y tanto esfuerzo, Europa no ha conseguido aún ser un proyecto progresista y solidario.

Incluso si Grecia llega a pagar esta deuda que ahora contrae, será durante mucho tiempo un país sumido en la caquexia y colonizado por los agentes de la globalización económica. Así pues, resumiendo, por todas estas razones, creo que en Grecia habrá una rebelión. Y ojalá se sumen a ella los espíritus más progresistas de Europa. Ojalá se globalice también la resistencia. Ojalá se ataque de una vez por todas la raíz del problema. Porque si no, cuando las fuerzas económicas y financieras hayan conquistado por completo el poder, desaparecerá la política como ejercicio de soberanía, la democracia será una grotesca quimera y, gobierne quien gobierne, todos seremos esclavos de un puñado de magnates del dinero.




sábado, 2 de julio de 2011

UN PUEBLO QUE NO SE VENDE

El pueblo dice No al nuevo plan de austeridad


Pero los políticos votan ...
...y los usureros respiran aliviados



El pueblo griego ha dicho claramente NO; ha demostrado una vez más que rechaza pagar los costes de la especulación financiera y los errores de los políticos y gobernantes. El pueblo griego salió, una vez más, a protestar contra las nuevas medidas de austeridad que le van a dejar sin el poco aliento que todavía le queda. Y la Policía, la ya famosa por su contundencia Policía Griega, la ΕΛ.ΑΣ., volvió a emplearse a fondo; no contra quienes viven en la opulencia y el despilfarro y ahora han firmado la venta del país, sino contra los que están viendo cómo cada día se les suprimen derechos duramente conquistados y se les condena a llevar una vida miserable durante generaciones,. No quiero escribir mucho más porque en este post cada imagen habla por sí misma. Quisiera, sin embargo, compartir aquí el comentario de dos amigos griegos ante los acontecimientos de estos días:

"Adiós sueños, adiós futuro, adiós patria"
(S.T., 19 años, al término de la votación del Parlamento griego que aprobó el nuevo plan de austeridad)

"George Carlin dijo que: "la vida no se mide por el número de veces que respiramos, sino por los momentos en que se nos corta la respiración." Agradecemos a la Policía Griega (ΕΛ.ΑΣ.) que siga dando sentido a nuestras vidas"
(S.P., 33 años, al contemplar las imágenes que se muestran a continuación)

















































LÁRISA, CAPITAL MUNDIAL DE LA POESÍA



Bajo los auspicios de los Ministerios de Cultura y de Educación, se celebra estos días en la ciudad griega de Lárisa el XXII Congreso Mundial de Poetas. El acto de inauguración del evento tuvo lugar el pasado miércoles, 29 de julio, y las actividades del mismo se desarrollarán hasta el próximo domingo, día 3 del presente mes de julio. Este acontecimiento mundial se celebra por primera vez en Grecia gracias al poeta y médico Dimitris P. Kraniotis, que fue elegido en 2007, en los Estados Unidos, presidente de la vigésima segunda edición del Congreso Mundial de Poetas.

Durantes estos días, los asistentes al congreso siguen un variado programa que incluye la celebración del Primer Festival Mediterráneo de Poesía, visitas a los lugares más destacados de la región de Tesalia (Meteora, el Antiguo Teatro de Lárisa, el monumento a Hipócrates, la Pinacoteca Municipal, la ciudad costera de Stomio y varios parajes naturales), conferencias, recitales de poesía y veladas de música y baile.




En el congreso de Lárisa participan 205 poetas de 65 países (cifra récord de asistencia). En representación de Grecia participan, entre otros, Caterina Anguelaki-Ruk (Premio Nacional de Poesía de Grecia en 1985), Olimbía Carayorga (Premio de Poesía de la Academia de Atenas en 2010), Rula Caclamanaki, Jenny Vlajioni y Panayota Zaloni. Desde Chipre acuden los poetas Andreas Yeorgalídis y Yiula Ioannou-Patsalidu.