jueves, 1 de mayo de 2008

ANTONI MIRÓ: UN VIAJE AL MUNDO HELÉNICO


Durante mi época de estudiante en la Escuela de Arte, visité un par de veces la casa-estudio del pintor Antoni Miró. Era una enorme construcción rural, una masía situada entre las localidades de Alcoy e Ibi, en plena montaña del norte de la provincia de Alicante. El propio pintor ejerció de guía, mostrándonos las obras que se encontraban expuestas en cada una de las estancias de la casa (un verdadero museo). Cuadros, dibujos, serigrafías, esculturas, cerámicas y pequeños objetos fabricados en madera, bronce y otros metales se mezclaban con utensilos antiguos y aperos de labranza que seguramente habían desempeñado su función en la antigua actividad agraria de la hacienda. Recuerdo las exclamaciones de sorpresa y admiración de mis compañeros cuando se abrían las puertas de un nuevo compartimento y aparecían ante nuestros ojos las creaciones del artista. Ninguna de las obras de Miró me dejaba indiferente; aunque, en aquella edad adolescente, me llamaba poderosamente la atención el hecho de que por casi todas las estancias había una especie de falos metálicos acompañados de algo así como un triángulo, también de metal, donde se suponía que debían introducirse. De hecho, muchos de mis compañeros realizaban el correspondiente acoplamiento de las piezas entre grandes risas. Desde aquellos días, he procurado seguir fielmente la trayectoria artística de Antoni Miró.

Antoni Miró, nacido en Alcoy (Alicante) en 1944, inauguró hace tan sólo unos días la exposición titulada
"Un viatge a Grècia" con cincuenta cuadros realizados en diferentes técnicas, y diez esculturas de gran tamaño que se encuentran instalados en el Castillo de Santa Bárbara de la capital alicantina. Concretamente, las obras se pueden contemplar en la sala de la Taberna, la sala del Cuerpo de Guardia y en algunos espacios exteriores.


El artista alcoyano aseguró que este conjunto de obras corresponde a su creación reciente, como continuación de una serie que se inició en 1994. Miró recorrió diferentes lugares y ciudades griegas, se empapó de su arquitectura, de sus restos arqueológicos, de su arte, y como resultado surgió un conjunto de pinturas, collages y esculturas que el creador ha culminado en los dos últimos años.


"Las esculturas, que no suelo exponer muy a menudo, irán la mayoría en el exterior. La mayor parte están hechas en acero, con un tamaño de entre dos y tres metros, y tres de ellas están elaboradas en madera", declaró el artista, a la vez que señalaba que la colección completa no se había mostrado nunca, aunque sí piezas sueltas.


Respecto al espacio en que se van a ver sus trabajos, afirmó que
"me gusta porque pasa mucha gente por allí y porque a mí el Castillo de Santa Bárbara me trae muchos recuerdos de infancia". En este sentido, manifestó con satisfacción que la fortaleza "está muy mejorada y las salas están muy bien acondicionadas para realizar exposiciones".

Hacía más de doce años que Miró, conocido también por su activismo político de izquierdas, catalanista e independentista, no exponía en espacios públicos de Alicante debido a su desencuentro político con las autoridades que los gestionan, todas ellas pertenecientes al Partido Popular.

El artista, junto a una de sus obras

Exposición: "Un viatge a Grècia"
Lugar: Castillo de Santa Bárbara, Alicante
Duración: Desde el 29 de abril al 6 de julio de 2008
Horario: Todos los días. De 10:30 a 14:30 h. y de 16:00 a 19:00 h.
Precio: Entrada libre